jueves, 4 de diciembre de 2008

LOS TRASTORNOS EMOCIONALES 1

LOS TRASTORNOS EMOCIONALES
Son trastornos que perturban el norma desarrollo del niño:
Estos trastornos son las neurosis, los trastornos del carácter, las psicosis . los que a su vez se manifiestan en la persona a través de la depresión, fobias, rutinas y rituales, autismo, agresión, somatizaciones, dificultad en el aprendizaje social y escolar , etc.
Antes tenemos que considerar las etapas de desarrollo del niño, creo que las manifestaciones conductuales pueden ser normales , salvo que persista mas alla de la edad de la que es usual.
A eso me refería , cuando se hablaba de trastornos emocionales que requieren de un tratamiento medicado.
Cuando hablamos de las emociones que se van adquiriendo en el medio ambiente, en el ambiente familiar, escolar, etc. Pueden ser tratadas con técnicas de modificación de conducta. Si un niño de 8 años todavía moja la cama, tendría que evaluarse las causas. Cuando no es tratado oportunamente van cronificando y sumando otras que van influyendo en reacciones fisiológicas., suscitándose trastornos psicopatológicos.
Ejem. El niño que moja la cama, de repente fue por que tuvo un susto en el día , o alguien lo reprendió, o temor a la oscuridad, etc. , solo escuchándolo, indagando a tiempo lo podemos solucionar, pero si esto persiste, al transcurrir el tiempo y no hay motivo alguno, personalmente solicito la ayuda de un terapeuta.

El niño hasta los doce meses:
Hay dos aspectos fundamentales, la capacidad de individual de cada niño para tolerar las ansiedades durante el crecimiento y la relación con la mama.
Si esto no se da, pues habrá un conflicto en la parte fisiológica.

La ansiedad
En el lactante , el sistema nervioso central (SNC) no esta totalmente desarrollado, por lo tanto se expresa a través del cuerpo. Es normal que los factores internos y externos produzcan ansiedad amenazando el equilibrio emocional. Por ejemplo la aparición de los primeros dientes. También se observa que los bebes permanecen en un etapa de placer que satisface chapándose el dedo a través de la succión, los olores, temperatura, y la seguridad siempre de estar en los brazos de la madre unido al acto de la lactancia, de mamar. Si esto no se toma en cuenta, pues estaríamos provocando ansiedad. Otro problema, es cuando la madre se ausenta , el bebe se muestra inquieto, intranquilo, por que es una etapa de unidad biológica. Solo se puede aliviar si la se sustituye , por ejemplo, la ropa de la mama al lado del bebe(olor).
El llanto, es la expresión , es el medio de comunicación de que algo le molesta o desea. No debemos hacer que el niño presente coloración morada o roja , o contracturas en su cuerpito, con la falsa idea de que le hará bien a sus pulmones o que se acostumbra a que lo carguen, etc.
Frustración , cuando el niño no puede coger bien el pezón, se le da por dormir acompañado de una hipotensión muscular. Entonces, disminuirá sus sensibilidad y la de los reflejos.
El cólico de los tres meses, estos trastornos gastrointestinales son expresiones de un malestar psicológico. Que se puede calmar dándoles un alimento o un chupón. A partir del tercer mes tiende a desaparecer ya que aparecen otros medios de descargas.
La dermatitis atópica, puede aparecer a los seis meses, cuando la madre presenta problemas de angustia., tiene que ver con la relación ambiental, la mama trata de no bañarlo , por el frío o cualquier pretexto y no lo toca . esto hace que descargue a través de reacciones cutáneas.
Es interesante ver como los tienden a desaparecer estas ansiedades a partir de los doce meses, porque aparecen otras necesidades como el lenguaje y la locomoción, un poco que existe la separación de la madre y empezaran las relaciones con otras personas.
Trastornos de la alimentación
La comida muchas veces cumple la función de sustituto materno. Aparece con la lactancia artificial. El problema se presenta en el destete, dejan de comer, se recomienda que sea gradual. No utilizar la fuerza. Puede suceder la regurgitación o rumiación que se produce entre dos tomas de alimentos. El niño devuelve el alimento haciendo un esfuerzo , como el vomito pero para volver a tragarlo. Esto le causa placer, cuando se comienza a controlar, pues, bajara de peso, crecimiento deficiente y deshidratación. Si no se resuelve a tiempo pueden llegar a la inanición. Por eso, hay que prestarle mucha atención.
Los vómitos, es la fuerza proporcionada por fuertes contracciones de la musculatura abdominal que pueden tener muchas causas. Trastornos de tipo digestivo, por exceso de alimentos, por sobreprotección de la madre, la aerofagia, en resumen a un miedo de perder a la mama y en sentimiento de abandono.
Las diarreas se incluyen en la ansiedad, al no poder ser elaboradas se traducen en diarreas.
Alteraciones del sueño. Durante los primeros meses el despertar esta asociado a la sensación de hambre y el adormecimiento a la satisfacción .. a fines del primer año , los estados de vigilia son mas frecuentes, ya que se amplían los intereses del niño. Los niños hiperactivos , tienen dificultades en conciliar el sueño y por ello necesitan un ambiente mas acogedor.
Trastornos psicomotrices, las descargas motoras en relación a su exploración con el medio ambiente son frecuentes y tienden a desaparecer hacia los tres años. Cuando el niño esta en una institución y se nota ciertos balanceos, puede deberse a la hostilidad que hay en casa, puede ser pasajero, siempre y cuando esos balanceos se puedan sustituir por algo que le agrada al niño, por ejemplo pintar , o jugar. Hay niños que se golpean la cabeza, esto desaparece alrededor de los cuatro años y son sustituidos por otras descargas.
Problemas de lenguaje, podemos detectar por la mirada, la sonrisa, el llanto, los gestos y el contacto corporal y afectivo con la madre. En cuanto al lenguaje oral el niño tiene que sentir que es comprendido y siempre espera una respuesta. De no ser así perderá la motivación de seguir haciéndolo.
La depresión , por ausentismo de la madre, donde se presentaran llantos, chillidos, perdida de peso, se estancan , permanecen inmóviles, y van perdiendo su normal evolución.
Trastorno de la marcha , con la adquisión de desplazarse, explorando , pero si el niño no puede mantener la representación mental de la madre, puede ocasionar un retardo en el desplazamiento motriz, no tan solo en su desplazamiento, porque trae cadenas que también se van atrasando , por ende mas ansiedad .
Esto afectara a la personalidad global del niño en cuanto a la percepción del espacio y el conocimiento de su propio esquema corporal del niño.
A partir del segundo año, aparece el autoerotismo, que viene por la evacuación .
La retención le causa placer por cuanto tiene control y lo considera posesión.
La encopresis , en cuanto no se determina el control por factores familiares y ambientales. Como el nacimiento de un hermanito.
Los trastornos de lenguaje (hasta los cinco años.) las dislalias, debido a que la comunicación entre los miembros se hace en forma aniñada, pero hasta cierta edad hay consonantes que se presentan después de los cinco años, como son la r, las trabadas.
El tartamudeo y el mutismo, puede presentarse hasta los cinco y siete años, pero cuando canta o recita no se nota.

De acuerdo con estas consideraciones previas, veremos que durante los dos primeros años de vida es posible detectar: RM, autismo, privación materna.
Por RM entendemos una lentificación del desarrollo inteligente que compromete globalmente el desarrollo infantil.
En la privación materna, como su nombre lo indica, hay problemas que se derivan de la relación vincular madre-hijo que pueden desembocar en depresiones y/o afecciones psicosomáticas.
Con respecto al autismo, sobre cuyo origen hay diferentes posturas (psicogenética; desapego materno; biogenética; deficiencias cognitivas y perceptivas que dificultan la percepción de los estímulos y entorpecen la comunicación), éste se inicia con el nacimiento o poco después y provoca graves trastornos en el desarrollo cognitivo y social del niño. Sus síntomas más característicos son: el retraimiento, las conductas estereotipadas, la carencia de un lenguaje funcional y comunicativo.
Ciertas características del autismo son típicas, también, de los niños con RM, LC (lesión cerebral) y/o deficiencias sensoriales, que como los autistas sufren dificultades en su evolución personal por fallas en la detección y diagnóstico precoz, los que permitirían instaurar la o las terapias más adecuadas.
En los años preescolares, agregamos: A.- La DCM (condición biogenética heredada o adquirida, más detectable en este periodo); B.- La esquizofrenia infantil que surge como resultado de una compleja interacción de factores biogenéticos y psicosociales; C.- Las reaccioness neuróticas (fobias, rutinas, rituales); D.- La agresividad. La DCM se manifiesta en una conducta desordenada e ingobernable y en dificultades en el aprendizaje. Hay hiperkinesia (inquietud excesiva, excitabilidad y falta de control), y sus causas son varias: mala nutrición durante el embarazo, complicaciones durante el nacimiento y traumatismos cráneoencefálicos o enfermedades meningoencefálicas después del nacimiento, etc.
En la esquizofrenia hay defectos neuropsicológicos o anormalidades bioquímicas así como un aprendizaje social defectuoso en una familia desorganizada. Sus síntomas son: aislamiento, reacciones emocionales bruscas o inadecuadas, pensamiento incoherente, razonamiento ilógico, lenguaje y conceptos peculiares, percepción distorsionada del medio y/o de su propio cuerpo, control inadecuado de los impulsos agresivos antisociales y autodestructivos.
La fobia (miedo exagerado e inhabilitante) es una conducta neurótica que se desarrolla en el niño frente a objetos o situaciones relativamente inofensivas. No cumplen función protectora alguna y crean una ansiedad general por la integridad del cuerpo. Se origina por accidentes reales o imaginarios. A veces, el objeto temido es la representación de alguna otra cosa a la que se le tiene miedo (desplazamiento).
Las rutinas y rituales neuróticos de la primera infancia son expresiones exageradas de la inquietud normal de sufrir daño.
La agresividad es una manifestación externa de hostilidad, odio o furor que puede estar dirigida contra sí mismo como contra los demás; su origen es la frustración.
Cuando la insatisfacción es muy intensa y es el único resultado de las relaciones interpersonales, la agresividad puede ser constante, y los sentimientos de culpa, más o menos concientes que genera, forman un círculo vicioso del que difícilmente se pueda salir sin ayuda. Evolutivamente, vemos como normales las rabietas (crisis de oposición) en los primeros años de vida; pero puede suceder que la explosión agresiva de las tendencias hostiles, sean desviadas del mundo objetal (padres, hermanos) y descargadas violentamente sobre el cuerpo del mismo niño (golpeándose la cabeza, por ejemplo) o sobre objetos, animales u otros niños.
La autoagresividad (morderse, arañarse, arrancarse pellejos y costras, darse cabezazos, tirarse al suelo, etc) puede dar lugar a mutilaciones que son transitorias, recurrentes y/o permanentes, como la onicofagia (comerse las uñas) o la tricotilomanía (tirarse de los pelos en distintas zonas del cuerpo).
La heteroagresivdad, caracterizada por el daño infligido a otros (animales, niños o cosas) puede anticipar, en esta edad, características psicopáticas que se profundizarán en el periodo de latencia y en la adolescencia. Aquí, observamos en el niño labilidad emocional y ambivalencia en sus relaciones, y pasa de ser de seductor y querido a temido y odiado; es caprichoso e inestable, no acepta que le impongan tareas y maneja emocionalmente a sus padres y maestros.
En la edad de la latencia, o sea cuando ingresa en la escuela primaria, cabe agregar las incapacidades de aprendizaje, la fobia escolar y otros aspectos de la neurosis infantil como la hipocondría, la depresión, etc., y el desorden de la conducta.
El estado depresivo se caracteriza por un síndrome nuclear, cuyos componentes principales son: la melancolía, la inhibición y el sentimiento de culpa. Hay síntomas adicionales como: la fatiga, la falta de entusiasmo, el retraimiento, el insomnio, la anorexia, la jaqueca, etc. En los niños, se puede manifestar desde pequeños, por trastornos en la alimentación y en el sueño, crisis de llanto, onicofagia, enuresis, encopresis, retraso psicomotor e inhibición del pensamiento (lentitud de las respuestas verbales, habla insuficiente en relación con la edad). En los mayores, la depresión afecta en gran medida la esfera psíquica. Está muy sensible e irritable, se siente inferior, piensa en el suicidio, rechaza la ayuda; algunos la enmascaran en una autocrítica exagerada, fracaso escolar y explosiones agresivas o acting out (como expresión de deseos inconcientes reprimidos). Ya en la adolescencia, su forma más aguda puede llevar a intentos de suicidio o al suicidio mismo. La hipocondría se caracteriza por una excesiva atención a las sensaciones de su propio cuerpo, de modo que las quejas y preocupaciones del niño hipocondríaco son la expresión de su sufrimiento mental.
Con respecto a los trastornos del aprendizaje, pueden considerarse varias causas: lesiones cerebrales, errores pedagógicos y factores psicológicos; éstos últimos son mayoría y se fundan en diversos problemas: alteraciones del lenguaje, de la psicomotricidad, de la percepción, dificultades de adaptación, inmadurez afectiva y/o inestabilidad emocional; así como fracaso escolar global en respuesta a un ambiente familiar muy exigente.
Nos queda por señalar un síndrome generalizado en todas las edades: las psicosomatosis o enfermedades psicosomáticas o psicofisiológicas. Estas comprenden una serie de entidades o agrupaciones sintomáticas, cuya característica reside en que el conflicto psicológico no es vivenciado en el área mental de la persona (en este caso, el niño) sino en el cuerpo, tal como si este padeciese una enfermedad orgánica pura. Con ello se quiere decir que, inclusive la enfermedad que se pueda imaginar como de naturaleza más orgánica, evidencia a veces un factor emocional precipitante (por ejemplo en un resfrío común pueden descubrirse factores emocionales). También se observa una predisposición física a las enfermedades psicosomáticas cuando éstas aparecen: sería el caso de la hipersensibilidad de tipo alérgico que subyace en el asma y el eczema, cuya diversidad de manifestación está íntimamente ligada al estado emocional del sujeto.


Bibliografía
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